Miguel Ángel Cartaya – también conocido como «El Tiburón» – no es un entrenador personal común. Mi camino en el mundo del fitness comenzó después de haber entrenado con algunos de los mejores, pero me di cuenta de algo importante: este estilo de vida no tiene por qué ser monótono o complicado. Creía firmemente que se podía lograr una transformación física sin caer en la rutina aburrida, y eso es lo que hoy enseño a mis clientes.
En el año 2017, me convertí en competidor profesional, y desde entonces, me he preparado tanto a nivel físico como académico. Mi formación no solo incluye la parte técnica del entrenamiento y la nutrición, sino que también he enfocado mi carrera en algo crucial para el éxito de cada persona: la motivación y la fuerza mental. Siempre he creído que el cuerpo puede llegar lejos, pero es la mente la que realmente lleva al límite. Por eso, combino preparación física, planificación nutricional y fortaleza mental, según lo que cada cliente necesite para alcanzar sus metas.
Mi filosofía: toma acción, porque nadie lo hará por ti
Si hay algo que define mi enfoque, es que no me enfrasco en un solo tipo de cliente. Desde competidores hasta personas que buscan un cambio radical en su vida, lo que realmente importa es la disciplina, la dedicación y la honestidad. El objetivo es superarse a uno mismo cada día. Tu verdadera competencia eres tú, no los demás. Mi misión es empujarte siempre más allá de tus límites, porque si puedes ser disciplinado en este objetivo, puedes aplicar esa mentalidad a cualquier área de tu vida.
Empujando a los límites, hasta el final
A lo largo de mi carrera, he visto cómo algunos de mis clientes, especialmente competidores, se quiebran emocionalmente durante las últimas semanas antes de una competición. El estrés y la presión pueden llevarte a un punto en el que parece imposible continuar, pero esa es la diferencia de entrenar conmigo. He visto a mis alumnos llorar, romper su dieta y perder definición, pero siempre he estado ahí para recuperarlos, guiarlos y asegurarnos de que lleguen a la competencia en su mejor condición. No solo es entrenamiento físico, es un proceso de reconstrucción mental.
¿Qué me diferencia?
Resultados rápidos, sin rodeos. Mi enfoque te enseña que si puedes ser disciplinado y superar cada desafío que te planteo, puedes lograr cualquier cosa. Entrenar conmigo no es fácil, pero si estás dispuesto a darlo todo, yo te guiaré para que lo logres.